Juanjo Bona & Martin Urrutia (producidos por Hidrogenesse), Kelly Lee Owens, Bikôkô, Bartees Strange, Denison Witmer con Sufjan Stevens… Aquí van las ocho canciones que me han obsesionado en octubre.
«El Destello», de Juanjo Bona & Martin Urrutia
Un corazón que late. Uno piensa: «Te miro y te pienso y pienso qué te digo». Y silba. Y piensa: «Lo pienso tan fuerte, no sé si lo has oído». El otro piensa: «Hablas y hablas, me evitas la mirada pero no me importa nada. Sé que tengo sitio entre tantas palabras». Uno sigue: «Hablo y hablo y creo que hoy pasa algo. Vago, vago y divago». Ambos cantan al unísono: «Pero sé que estás aquí a mi lado». El otro sigue pensando: «Te pienso y te miro, al ver cómo me miras me he visto a mí mismo». Y entonces ambos concluyen: «Cuatro segundos para que suene el trueno. Hace cuatro segundos que vimos el destello. Ya está, no hay vuelta atrás. Ya te lo he dicho. Ya lo has oído».
Yo he estado ahí. Y, por tu bien, espero que tú también hayas estado ahí y reconozcas a la perfección de qué trata «El Destello», la primera canción conjunta que lanzan Juanjo Bona y Martin Urrutia tras su paso por la más reciente edición de «Operación Triunfo». Porque es que la letra te atraviesa el corazón como una aguja de electricidad en cuanto te das cuenta de que ambos están hablando del momento en el que vagas y divagas, en el que evitas la mirada del otro pero, finalmente, no hay vuelta atrás: ya le has dicho que le quieres. Ya os ha cegado el destello. Ya retumba todo por culpa del trueno.
Más allá de la preciosidad que supone que Juanjo y Martin hayan decidido que esta es su primera canción después de haberse enamorado en «OT» (algo que me obsesionó especialmente en su momento, tal y como dejé por escrito en esta newsletter), y también más allá del acierto de que ellos mismos buscaran a Genís Segarra y Carlos Ballesteros para que les produjeran este debut a dúo (una decisión que hace pensar en la sabiduría con la que Amaia redirigió su carrera tras el paso por la el programa), «El Destello» me induce al bucle infinito precisamente porque se nota que está escrita y producida por Hidrogenesse. Los deliciosos juegos de palabras como si estuvieran extraídos de textos populares tradicionales, la música utilizada como herramienta narrativa (el silbido, el trueno), el synth acariciando el art-pop, la teatralidad camp, el ritmo de baile melancólico… el corazón en un puño. Y las ganas de volver a enamorarte en la cabeza.
«Higher», de Kelly Lee Owens
«Higher» siempre me hace pensar lo mismo: suerte que tenemos a Kelly Lee Owens para hacer lo que a Jon Hopkins no le da la santa gana de hacer últimamente. Porque Hopkins ya no está por la labor de elevar los cuerpos por medio del baile, sino que su objetivo es más bien elevar las almas por medio de la mística musical y la iluminación mental. Nada que objetar. Cada artista es libre de hacer lo que le pida el cuerpo.
Pero tengo que reconocer que echo de menos al Hopkins que firmó temazos como «Open Eye Signal», «Breathe This Air» (junto a Purity Ring) o «Emerald Rush». Ese es precisamente el Hopkins que invoca Kelly Lee Owens en «Higher», un temazo que cumple con la promesa que lleva implícita en el título: llevarte alto, más alto, cada vez más alto. Porque «higher and higher I go, lighter and lighter I fall» es la letra pluscuamperfecta para describir un patrón rítmico que siempre parece subir y subir, nunca bajar. Antes de que te des cuenta, las nubes del cielo están haciéndote cosquillas en el ombligo y te hacen desear que nunca tengas que volver al suelo.
«JEALOUSY», de Bikôkô
Aquí podría haber puesto cualquiera de las cuatro canciones que componen «A 1 IS BETTER THAN A 0», el alucinante EP que Bikôkô acaba de lanzar y que demuestra que esta artista nacida en Barcelona está exprimiendo de forma sublime la experiencia de vivir en Londres. Pero es que «JELOUSY» siempre me incita al repeat, una y otra vez.
Para empezar, por ese bizarrismo que me permite visualizar a la perfección la gozosa y raruna coproducción de Sega Bodega y Raül Refree (en serio, nunca en mi puta vida hubiera pensado que estos dos pudieran colaborar en algo): uno disipa el sonido hacia la oscura sensualidad, otro lo solidifica por la vía de la luz. Y, justo en el medio, la voz de Bikôkô flota ingrávida para traer hasta el siglo 21 el mejor r&b de los 90 hablándote de algo que es totalmente atemporal: el sinsentido de los celos.
«Sober», de Bartees Strange
No tenía ni idea de quién era Bartees Strange hasta este mismo mes de octubre, que es precisamente cuando esta «Sober» cayó en mi radar y me embrujó directamente porque me recordó directamente a Twin Shadow. Al fin y al cabo, «¿qué fue de Twin Shadow?» es algo que me pregunta a menudo y que voy a dejar de preguntarme ya, porque ahora lo que quiero es saberlo todo todito todo sobre Bartees Strange.
Ahí van unos datos: Bartees es hijo de un padre militar y una madre cantante de ópera, un mix que me fascina y que merece un libro de 800 páginas. También es declaradamente bisexual, algo que no puedo evitar identificar en esta «Sober» que luce un músculo evidentemente masculino (las guitarras, la voz) dulcemente realzado por los clarísimos colores de un maquillaje femenino (el melodrama, la pose). Algo así como la versión queer de un clásico que tiene tanto de parodia como de homenaje. Así que nada, ahora toca esperar a su próximo disco, que se lanzará el 14 de febrero y que se titulará «Horror». 14 de febrero. «Horror». Este hombre puede convertirse en mi nueva gran obsesión.
«Older and Free (feat. Sufjan Stevens)», de Denison Witmer
A Denison Witmer le perdí la pista de la misma forma en la que se la perdí a tanto otros cantautores que surgieron como setas en la fiebre folk de principios de siglo pero que no supieron mantener mi atención mientras el mundo de la música se movía vertiginosamente hacia otros géneros. Por eso resulta tan dulce reencontrarse con él en esta «Older and Free» compuesta junto a un artista con el que ha colaborado mucho (y que siempre ha acaparado mi atención, pasen los años que pasen): Sufjan Stevens, que aquí pone los coros y su propia marca tanto musical como emocional. ¿Resultado? Ahora sueño con que la carrera de Witmer se relance con un disco junto a Stevens parecido (en intención, no en sonido) al que este hizo junto a Angelo de Augustine.
«Won’t Cry», de Amber Mark
Amber Mark es una de esas artistas de la que todavía estoy esperando un gran disco, un álbum sin fisuras que me guste de cabo a rabo. Porque es que donde siempre me enamora es en una ristra de singles tan efectivos como este nuevo «Won’t Cry» que vuelve a llevar el r&b hacia la pista de baile… En este caso, una pista de baile en la que el dj está mezclando disco-pop bien preñado de soul con un italo-disco que traza la línea genealógica desde Moroder hasta Chromeo. Con temazos como este, siempre tengo ganas de escuchar el próximo disco de Mark para ver si, por fin, será el definitivo.
«The Ballad of the Witches’ Road (Pop Version)», de Japanese Breakfast
Estoy obsesionado con «Agatha, ¿Quién Si No?» (y así lo prueba la ristra de hilos al respecto con el que estoy atiborrando mi Threads). Sí lo digo. ¡Sí lo digo! Una obsesión justificada por la forma magistral en que la serie acerca el mundo de las brujas a lo queer (una relación natural y orgánica, la verdad), pero también por la sublime integración de la música en los primeros capítulos de la serie. «The Ballad of the Witches’ Road» es la canción que las brujas cantan en el primer capítulo para acceder a la Senda de las Brujas en un momento que he visto en viciosa repetición unas mil veces.
A partir de ahí, la composición se convertirá en un mantra que se sublima en el capítulo en el que el cónclave se transforma en un grupo de glam-folk de los 70 para atacar una versión acorde con esa misma estética. Total, que esta ya es una de las canciones del año y, precisamente por eso, esta «(Pop Version)» que se han marcado Japanese Breakfast está altísimo en mi lista de canciones más escuchadas en el último mes.
«peace u need (feat. Joy Anonymous)», de Fred again…
¿Me ha decepcionado un poco «ten», el nuevo disco de Fred Again..? Puede ser. ¿Es esto algo que nunca admitiré en voz alta y que voy a pasar totalmente por alto porque Fred Again.. sigue siendo uno de nuestros salvavidas más imprescindibles? Totalmente. Y es que, además, cuando crees que has perdido la total esperanza en el álbum, van Joy Anonymous y se unen a la fiesta para llevarte arribísima con esta «peace u need» construida alrededor de un pareado que es la historia de mi vida: «I let you take a piece of me / I hope you get the peace you need» («Te dejo que tomes un pedacito de mí / Espero que encuentres la paz que buscas»). Lo dicho: la historia de mi vida. Así me va.
Sinceramente,
Raül De Tena